miércoles, 9 de noviembre de 2011

"El Arca del Nuevo Pacto"

Anonimo escribió "Introducción: EN REALIDAD ¿QUÉ ES LO QUE SABEMOS?
Mucho se ha hablado, y mucho se habla, pero en realidad poco se sabe del destino del Arca de la Alianza, del Pacto o del Testimonio, que mandó construir Dios a Moisés.




Cuando sentí este anhelo en mi corazón; no el de buscar el paradero del arca, no de averiguar el motivo de su desaparición ni el culpable de este hecho; solo el anhelo de que si Él mandó construirla, esta debía ser lo suficientemente importante para que no desapareciera así, sin motivo aparente, sin rastro, en silencio... Ya que no fue mas mencionada por los escribas después del 600 a.C.

Hay quienes suponen que el arca fue escondida por los mismos sacerdotes, por orden del profeta Jeremías, como relata el Segundo Libro de los Macabeos en su capítulo 2 a partir del verso 4:



...“Estaba escrito también en ese do*****ento que el profeta, por instrucciones de Dios, se había hecho acompañar por la tienda del encuentro con Dios y el arca de la alianza, y que se había dirigido al monte desde el cual Moisés había visto la tierra prometida por Dios, y que, al llegar allí, Jeremías había encontrado una cueva, en la que depositó el arca de la alianza, la tienda y el altar de los inciensos, después de lo cual tapó la entrada. Algunos de los acompañantes volvieron después para poner señales en el camino, pero ya no pudieron encontrarlo. Jeremías, al saber esto, los reprendió diciéndoles: ‘Ese lugar debe quedar desconocido hasta que Dios tenga compasión de su pueblo y vuelva a reunirlo. ...

Quiero hacer notar que aunque las iglesias protestantes consideran a este libro como apócrifo, es decir no canónico, no inspirado por Dios, si se lo reconoce como histórico. Demás está decir de la confianza que inspiraron los escribas hebreos en el copiado textual de los hechos acaecidos en el tiempo, referente a su pueblo. 

En tanto que en los textos judíos se describe, también, otro destino del arca. En la Misna y el Talmud se habla, que el principal tesoro hebreo, fue enterrado en secretos túneles, bajo el Monte del Templo, ya que una profecía, habría advertido al rey Josías respecto de la profanación del templo. 

Otros culpan de la desaparición y destrucción del arca al pueblo babilónico, junto con la violación del Templo, destino mas que probable para todo tesoro que perteneciera a un pueblo conquistado, pero no para este “nada común tesoro”, ya que su valor no residía en el material precioso, ni en su fino trabajo, sino que en él se podía encontrar la presencia misma del Dios viviente.

El asunto es que muchos han buscado su paradero (tanto como el del supuesto “santo grial”) desde principios del segundo milenio, las Cruzadas, los caballeros templarios, sus consecutivos de la Orden de Cristo, el pueblo judío mismo, además de muchas potencias del siglo pasado, incluso con diferentes razones, por que además de las religiosas, las arqueológicas y el poder político, esta la creencia de que quien la tenga, tendría el mismo poder con el que contaban los hebreos en sus conquistas bíblicas.

Otros sostienen que el último destino del arca fue en el oeste de África, al norte del macizo montañoso etíope, cerca de Aksum, donde era resguardada por los falashas, practicantes del judaísmo desde la antigüedad. Pero estos han emigrado casi por completo a Israel en los últimos años de siglo XX, donde están siendo marginados por el resto de la sociedad judía. Esto me lleva a pensar de que si ellos tuvieran el arca en su poder, esta sería una gran herramienta de negociación... descarto de plano esta idea. Por mas que existan pruebas de que tanto los nazis como Mussolini la buscaron arduamente en esas tierras; los nazis por parte del secreto grupo ocultista liderado por Himmler, y Mussolini para ganarse los favores del Vaticano.

Otra de las teorías sobre el destino del arca, es que en un pequeño pueblo de los Pirineos franceses, desde fines del siglo XIX, una sociedad secreta de sacerdotes, resguarda celosamente el tesoro del Templo de Jerusalén, el que sería devuelto en su debido momento. Se dice que un cura “...descubrió el secreto de enorme trascendencia...” ¿Cómo fue a parar por esas montañas? ¿cuándo...? si tenemos en cuenta que desde que desapareció hasta que supuestamente fue hallada, transcurrieron alrededor de dos mil quinientos años. Esta suposición tampoco me satisface... no la creo.

En la búsqueda de material al respecto, también encontré variadas suposiciones, unas mas insostenibles que otras. Desde que el arca era un gigantesco condensador, que se cargaba de electricidad estática, debido al clima extremadamente seco del desierto, transformándose en un arma mortal para quien lo tocara sin los conocimientos del cuidado para su manipulación, hasta que era una protección para el traslado de las Tablas de la Ley, que en realidad estaban hechas de material radiactivo, provenientes de algún meteorito, razón por la cual muchos tenía tumores y hasta morían al acercarse sin precaución a ella. 

Todos estos supuestos, son tan “supuestos” que ni siquiera puedo citar los lugares donde consten, ya que todos son de “expertos arcólogos” que buscando el destino de este tesoro, llegan a formar teorías, que son negadas por los otros “expertos arcólogos”...

Espero no haberlos aburrido con está información tan dispar, solo quería mostrarles lo que el mundo habla sobre el tema. No es mi intención demostrar lo absurdas que son estas teorías. Mi creencia personal, después de recibir las cosas que en este libro se muestran, es que sencillamente el Señor la hizo desaparecer; no a una cueva de una montaña, ni en un secreto templo, ni siquiera en este mundo; ya había *****plido con su función y debía dejar lugar a los siguientes acontecimientos... poco a poco se construiría el Arca del Nuevo Pacto, de la Nueva Alianza. 

Este texto está reservado a quienes creen en el Dios vivo y poderoso que mandó construir el arca, no es recomendable para quienes no tengan fe en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, está destinado a verdaderos cristianos, que buscan descubrir el Arca del Nuevo Pacto, amén

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